miércoles, 9 de abril de 2014

De esto no te vas a enterar en los medios

El pasado lunes 10 de marzo a primera hora fui a comprar con mis nenas ropa para que asistan a la escuela. Habían pasado ese fin de semana en casa, como lo hacen finde de por medio y como el domingo a la tarde estuvo lluvioso se quedaron hasta esa mañana. Así que aproveché a llevarlas a primera hora para que elijamos y se midan las prendas de vestir. 

Mala idea, casi todos los comercios estaban cerrados a esa hora. No obstante encontramos una tienda chica sobre Aristóbulo y allí nos atendió una joven vendedora, bajita y de ojos color almendra.

Mientras las nenas se probaban la ropa la dependienta me pregunta por la edad de Irina (9) y me cuenta que ella tiene una hijita de 8 años. Aclara que es mucho más bajita que mi nena, porque tiene problemas genéticos, el mismo problema que tuvo Messi y que la hace necesitada de hormona de crecimiento. 

Recordemos: Lionel Messi, hoy de 26 años se tuvo que ir de Argentina en el año 2000 porque ni Newell's Old Boys ni River Plate (y presumiblemente ningún otro club argentino) quisieron abonar los $900 que costaba su tratamiento. Allí apareció el Barcelona que ofreció hacerse cargo del tratamiento y es por eso que hoy, el mejor futbolista del mundo milita en ése club catalán.

La niña de la vendedora, sin embargo, sí puede tratarse de esa enfermedad y de otra añadida (S. de Turner) en la Argentina de hoy. El costo es de unos $120.000 mensuales, según me comentaba la mamá. El elevadísimo monto de la atención de aquellas terribles enfermedades es solventado por la obra social de los empleados de comercio y por la Nación Argentina, en partes iguales.

O sea, hoy Lionel Messi no hubiera tenido que radicarse en otro país. No, al menos por falta de atención a su problema de salud. Los tiempos han cambiado y la percepción de las necesidades de acceso a la salud y de inclusión social han evolucionado favorablemente con ellos. Así también, la desocupación bajó a menos de un 7% (se crearon 5.000.000 de puestos de trabajo) y la pobreza se redujo de un 60 a un 6% y se duplicó la cantidad de personas en la clase media, a expensas de la disminución de la pobreza. Y podría seguir mencionando diferencias.

Pero de esto, claro, no te vas a enterar por Clarín o La Nación o América o C5N.






Esteban Cámara
Santa Fe, 9 de abril de 2014

jueves, 3 de abril de 2014

Portaciones

Yo no soy precisamente alguien con apariencia de pibe, no sé si de chorro. Más bien parezco un hippie viejo o un intelectual (según cuán largo lleve el pelo...), algo morocho.

No obstante, suelo andar en moto. Algunas de esas veces llevo a mis hijos, particularmente a mi hijo mayor que es casi lo opuesto de rubio. Temo que en alguna de esas ocasiones alguna turba de burgueses enardecidos por el miedo y la agitación de la derecha y los medios de comunicación del poder corporativo nos agreda. Ahora resulta que por culpa de semejantes hijos de puta pasamos a ser sospechosos porque andamos en moto. Y yo lo hago desde hace más de 30 años... 

Hace un par de días entre 70-80 "valientes" asesinaron a un chico por querer arrebatar una cartera. Millones más los justificaron por "la inseguridad" o la "ausencia del estado". O porque "...a la vecina de mi tía le robaron". 

A mí me robaron infinidad de veces, pero jamás iría a pegarle entre otros 50 energúmenos a un tipo que está en el suelo. Sí me defendería con la fuerza necesaria, pero eso es bien distinto. Nadie les está diciendo que no se defiendan ni que no defiendan a su pareja, hijos, padres, etc., pero es necesario diferenciar claramente de una agresión por parte de terceros a alguien que solamente quiso robar un objeto, como fue el caso del linchamiento del comienzo.

Y si el fiscal lo deja salir al toque agarrátelas con el fiscal.

Luego pasó, también en Rosario, que apalean a dos albañiles que iba a trabajar en moto. Eran dos ... y morochos. Seguramente iban humildemente vestidos (iban a su trabajo de albañiles). Entonces entraron en el "identi-kit" del peligro según el "pequeño burgués aterrado" (manual de estilo Clarín-LaNación-C5N). Y los molieron a golpes, les quemaron la moto y los hubieran matado de no llegar el aviso de que habían detenido a los verdaderos delincuentes que ellos pretendía castigar. Y allí los dejaron, sin siquiera una disculpa. Tampoco los defensores de linchadores comentaron nada ni condenaron el hecho.

Pasa que estos fenómenos se amparan en el prejuicio: Si vas en moto, de a dos y sos morocho ya podés ser carne de apaleo. Como si el vehículo, el número y el color de piel te marcaran frente al rebaño de hijos de puta.

Ah, me olvidaba. Hace no muchos años en Reconquista, norte de la provincia Santa Fe, entré a comprar un refresco a un almacén. Llevaba una mochila porque había dejado el hotel y faltaban algunas horas para que salga el bus de regreso a mi ciudad. El almacenero estaba distraído y no me vio entrar. Yo siempre carraspeo o sacudo las llaves o golpeo el mostrador y ahí recién fue que reparó en mí. Grande fue mi sorpresa cuando al salir escuché que el comerciante le decía a una vecina: "Mirá cómo estos crotos se te cuelan sin que te des cuenta". Si hubiera sido en estos días capaz que me hubieran querido linchar. Irónicamente, momentos después una lugareña me preguntaba si había sufrido discriminación en España y Francia, países que había visitado recientemente. No, le dije, pero me acaba de pasar acá en Reconquista. Evidentemente, a ella le chupó un huevo. 

Estas acciones no son espontáneas, responden a una ideología (tradición de pensamiento derechista, chorreante de prejuicios) y, en lo que hace a su actualidad, a una práctica vinculada al "golpe suave" (Gene Sharp), buscando generar malestar social. Repito: Pensamiento de derecha + Objetivos políticos. Y en gran parte se asienta en la corrupción policial, partícipe del pensamiento aludido y necesitada de ocultar sus negocios con el narcotráfico.

Así que no se extrañen si a mi y/o a mi hijo un día nos matan a palos.




Esteban Cámara