lunes, 3 de septiembre de 2012

Batallón 51

Ayer me enteré de que mi sobrina Luciana, la que está estudiando medicina en Cuba (Escuela Latinoamericana de Medicina) no va a volver a hacer la especialidad a la Argentina porque hay pocas residencias disponibles. En cambio, se va a ir a Venezuela a integrar el Batallón 51, un grupo de médicos egresados de la Elam que se desempeñan en el selvático estado de Amazonas. Allí completará su formación y se especializará al mismo tiempo de continuar con el espíritu humanista, integral y no utilitario de la formación médica de Cuba.

Quiero difundir estas cosas como una mínima forma de lucha contra la desinformación de los grandes medios de colonización. Sí, no es un error: Me resisto a poner "comunicación" o "información" cuando lo que menos hacen es eso y se dedican a hacer lobby para sus intereses paticulares y/o de clase. El término "colonización" remite al concepto de colonización del subconciente. Hoy, los grandes medios están en manos de gente como Rupert Murdoch (Fox, RU y USA), Héctor Magnetto (Clarín, Argentina), Emilio Azcárraga (Televisa, México), Berlusconi (Italia), todos ellos o supermillonarios o gerentes de grupos ultrapoderosos que obviamente pertenecen y responden a los intereses oligárquicos. De esta prensa surgen permamentemente "noticias" inventadas, tergiversaciones y, en especial, el contínuo ocultamiento que se hace de las virtudes de los gobiernos que no se someten a los deseos de las grandes empresas y su clase de pertenenecia.

Así que, aquí va:

Artículo de Wolfram Metzger, sobre el Batallón 51

En el estado Amazonas de Venezuela renace una red de puestos de salud. Médicos de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de Cuba contribuyen.

Sergio Malarov de Uruguay y Guillermo Argueta Monterrosa de El Salvador trabajan hace un año como médicos en la selva amazónica. Ellos pertenecen al Batallón 51, un grupo de médicos jóvenes que fueron formados en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en la Habana, Cuba. Después de que Fidel Castro entregó las primeras becas a bachilleres de países latinoamericanos; de los cien primeros candidatos de Venezuela, 51 fueron los que se graduaron como médicos cumpliendo los seis años de estudio. Por eso, Hugo Chávez los llamó sin más hablar el “Batallón 51”.

El Batallón 51 está dirigido por la Coronela Eugenia Sader Castellanos. La médica militar de la Fuerza Aérea de Venezuela organiza la distribución de casi 300 médicos en el interior del país. Una parte de estos egresados de la ELAM provienen de otros países latinoamericanos (1). Este año va a sumarse otro grupo procedente de Cuba.

En el año 1956, cuando la metralla arrasó a los 82 guerrilleros, poco después de llegar a la Sierra Maestra, Che Guevara, el único médico dentro de los rebeldes, quien ya había establecido varios ambulatorios de salud en pueblos pobres, “tuvo que elegir entre una caja de balas y una caja de remedios. No podía cargar con las dos, y prefirió la caja de balas.” (Galeano, 1985).

50 años después de esta decisión, Cuba recibe respeto y honor de todo el mundo por su provisión de atención y formación médica en los países llamados del tercer mundo. Es así, que trabajan en el año 2007, más de 31 000 trabajadores y trabajadoras de salud, médicos, médicas, enfermeros y enfermaras de la isla del Caribe en 72 países del mundo (Huish, 2008).

Como respuesta a los grandes daños del huracán Mitch, Cuba estableció en el año 1998 la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) y entregó más de 11 000 becas a estudiantes de 29 países para estudiar medicina en la Habana. Los candidatos son elegidos sobre todo de familias con bajos recursos de países latinoamericanos y africanos. También un grupo de los Estados Unidos fue aceptado. Todos los servicios como libros, alojamiento, alimentación y otras necesidades son cubiertos por la beca. La única obligación de los estudiantes es regresar a sus países y trabajar como médicos en sus pueblos y comunidades.

Siguiendo el ejemplo de Cuba, en Abril 2007 se abrieron las puertas de una segunda ELAM en Venezuela (Escuela Latinoamericana de Medicina A. P. Réverénd). En ambas universidades, el foco de la formación es la Medicina General Integral, que junto a la medicina clásica fortalece la prevención, la educación para la salud y la rehabilitación. Intencionalmente se integran las terapias alternativas, porque, entre otros, algunos de los estudiantes indígenas van a colaborar con shamanes cuando regresen en sus pueblos.

La creciente accesibilidad a la atención médica, sobre todo en poblaciones marginalizadas, contradice la tendencia neoliberal, que quiere limitar su acceso a aquellos que pueden pagarla. La nueva constitución venezolana, que garantiza atención medica gratuita para todos, y que prohíbe la privatización del sistema público de salud, se opone a esta política de la exclusión social (PAHO, 2006).

El Amazonas venezolano fue por mucho tiempo una zona casi excluida de los servicios estadales. La selva de lluvia y poca poblada es una extensa zona fronteriza con Colombia y Brasil. En muchos comunidades, pocas veces o nunca, se habían visto médicos. Hoy en día se esta ampliando la red de ambulatorios de atención primaria, con la meta de dar cobertura completa a la población distribuida de forma dispersa en esta vasta región. En este marco, los médicos del Batallón 51 trabajan en los puntos de consulta de acceso más difícil.

Guillermo Monterrosa cuenta: “Cuando llegamos aquí (San Juan de Manapiare), con Sergio el 8 de noviembre de 2007, estaba empezando la época seca. El río Manapiare y todos los caños cercanos empezaron a reducir su caudal y se hicieron de difícil navegación. Una situación que no favorecía el transporte de combustible fundamental para la central electrógena que da energía al pueblo.... con el apoyo de los consejos comunales, empezamos a dar consulta abierta a las comunidades y poco a poco se iban abriendo a nosotros.

...así, apenas recién llegados, nos encontramos con nuestro primer trabajo de parto en el ambulatorio, recuerdo que fue el primer sábado, recuerdo que Sergio atendió el parto y el alumbramiento y yo estaba presto a recibir al bebé para reanimarlo. El momento llegó y por complicaciones de trabajo de parto prolongado el niño nació con una cianosis marcada y flacidez generalizada. Sergio me lo dio y cuando lo miré pensé “no puede ser que nuestro primer nacimiento fallezca” y comenzó la reanimación, que me pareció duró una eternidad, hasta recuperar las funciones vitales del recién nacido. Todo esto no hubiera sido posible sin los materiales de aspiración e incubadora con los que contamos en el ambulatorio además de la energía de los paneles solares que también fueron donados por una misión bolivariana.”

Y Sergio Malarov comentó: “Sin la beca de la ELAM no hubiese podido estudiar medicina…. aprendimos mucho en Cuba, y ahora nos alegra aplicar lo aprendido… Nosotros aprendimos a ver el paciente como ser humano y no como medio para el negocio”.


(*) El Batallón 51 está conformado por la primera promoción de 51 médicos egresada en el 2005, la promoción de 58 médicos egresada en el 2006, y de 91 médicos egresados en el 2007.
http://www.aporrea.org/misiones/n109626.html

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