martes, 1 de octubre de 2013

La enfermedad de Walter White refleja a USA

Traducción mía del artículo Walter White's sickness, de David Sirotta, sobre la serie Breaking Bad, tomado de la página SALON.


Es apropiado decir que la casi finalizada serie de Vince Gilligan "Breaking Bad" es el mejor programa en la historia de la televisión hasta hoy. Aunque parezca increíble, el espectáculo no ha terminado aún y ya es un clásico de culto, con todo el mechandise y la industria del turismo que vienen con ello. Pero a medida que se acerca el episodio final, hay una pregunta sin respuesta: ¿Por qué el programa es tan importante históricamente?
Los críticos han elogiado con razón, entre otras cosas, su cinematografía, su diálogo, el desarrollo de los personajes y sus giros de trama cuidadosamente construidos. Sin embargo, en esta tan cacareada nueva edad de oro de la televisión, hay un montón de programas con grandes efectos visuales, conversaciones, personajes fantásticos, matices e historias atractivas - pero la mayoría no alcanzan la misma notoriedad que la vida de Walter White. Del mismo modo, "Breaking Bad" es en parte drama, en parte sátira del sistema legal y en parte comentario sobre disfunción familiar - pero esos vectores narrativos difícilmente sean territorio inexplorado en la televisión. Entonces, ¿qué hace a la historia de Walter White tan especial?
He aquí una teoría: Tal vez "Breaking Bad" ha ascendido al firmamento de culto ya que capta perfectamente las específicas presiones e ideologías que hacen a Estados Unidos excepcional en el momento específico en el que el país se “vuelve malo” (break bad).
La manera más obvia de ver esto es ver cómo Walter White se metió en el tráfico de drogas, en parte, por el temor de su familia de que iba a morir prematuramente por falta de atención médica adecuada. Es el tipo de miedo con el cual la mayoría de la gente en el mundo industrializado no tienen ninguna conexión personal -, pero miedo que sin duda tienen muchos televidentes estadounidenses. Eso es porque, a diferencia de otros países, el país de Walter White es excepcional por ser un lugar en el que mueren 45.000 personas al año por la falta de cobertura de sus seguros de salud. Eso es alrededor de diez veces las muertes causadas por el atentado a las “Torres gemelas” y producto de nuestra posición excepcional como el único país industrializado sin un sistema de salud pública universal (y, por desgracia, Obamacare no solucionará eso).
El miedo de Walter a destruir la economía de su familia es también algo común. El tipo de gastos médicos que Walter enfrenta no son infrecuentes en los Estados Unidos - y son, de hecho, la principal causa de quiebra en el país. Y de nuevo, esto hace a Estados Unidos excepcional porque, por desgracia, las bancarrotas médicas, básicamente, no existen en el resto del mundo industrializado.
La desesperación de Walter por la economía está casi seguramente impulsada por su conocimiento de que la bancarrota tiene consecuencias particularmente extremas en una familia americana. Él sabe, por ejemplo, que vive en un país en el que el éxito académico de su hijo e hija y la jubilación de su esposa dependen principalmente del tamaño de la cuenta bancaria de la familia. También sabe que la posibilidad de que su familia sea atrapada en una acuciante pobreza es particularmente grave en un Estados Unidos con una red de protección social comparativamente escasa. Y es por lo que se obsesiona con encontrar una manera de dar a sus familiares un barril de dinero en efectivo.
Si aquí hubiera terminado el arco narrativo de "Breaking Bad", podría ser una versión del siglo 21 de "Falling Down" - pero no mucho más. Walter, sin embargo, es mucho más que un empleado del gobierno descontento. Él es la personificación de la teoría de que la ideología yanqui de capitalismo ‘sin red de seguridad’ - y la desesperación que engendra - realmente crea innovación y espíritu empresarial. Piense en esto: A través de su alter ego, Heisenberg, la desesperación de Walter le lleva a construir un negocio desde cero que destruye creativamente monopolios escleróticos y que en última instancia, proporciona un producto superior a los consumidores de todo el mundo.
Heisenberg, en otras palabras, nos recuerda que la concepción original del capitalismo norteamericano trae aparejada una productividad excepcional - pero no necesariamente de formas deseables.
Sin embargo, la desesperación económica no puede explicar completamente la forma de Walter de “volverse malo”. Después de todo, al tener cáncer, él no se enfrenta a un estrés económico superior al de la mayoría de las personas en su situación, que también se enfrentan a la enfermedad - y tampoco es frecuente que las víctimas de cáncer de la clase media opten por cocinar metaanfetamina. Entonces, ¿qué lo diferencia y hace su historia tan representativo del espíritu de este momento? La respuesta es su abrazo total de los aspectos más perniciosos de la mitología del American Dream.
A diferencia de muchos estadounidenses, Walter White tiene en realidad una red de seguridad social. Como profesor de escuela pública, tiene un seguro de salud decente (aunque como se mencionó anteriormente, es posible que no sea completamente adecuado para su enfermedad y podría no protegerlo de una bancarrota médica). Eso es más que lo que millones de sus compatriotas pueden decir. También, a diferencia de la mayoría de los estadounidenses, tiene amigos de su pasado que están dispuestos a pagar para que obtenga tratamientos de vanguardia para el cáncer.
Pero aún con todo eso, Walter todavía elige lo que él llama "imperio empresarial" en un esfuerzo por vivir la mitología dominante. Más específicamente, rechaza la oferta de ayuda de sus amigos y se embarca en un viaje extravagante para vivir una arquetípica historia de derroche - el relato del sueño americano en el que nuestra sociedad basa su definición misma de masculinidad. En el proceso, también se trata de vivir la fantasía del chico blanco americano que vence a sus competidores extranjeros de piel oscura y se apodera de un mercado que él cree que es suyo por derecho .
En última instancia, todos estos temas convergen planteando las preguntas más inquietantes de todos - las preguntas tabú acerca de si realmente deberíamos valorar la desesperación, la codicia y la ideología individualista que impulsan a Walter White y que hacen de USA la excepción de los países industrializados del mundo. Es el tipo de pregunta que se hacía la película de  "Wall Street" en 1987, cuando un Bud Fox inestable se le pregunta a Gordon "La avaricia es buena" Gekko: "¿Cuánto es suficiente?". Es la misma pregunta que el asesino psicópata de "Breaking Bad", Todd, planteó recientemente a su tío neo-nazi cuando le dijo: "No importa lo mucho que tengas ¿cómo darle la espalda a más?".

En Estados Unidos, nuestra cultura a menudo ofrece la misma respuesta que Gekko y Heisenberg. También nosotros solemos decir que no existe lo "suficiente", por lo que ni se te ocurra darle la espalda a más. A diferencia de cualquier otro programa de televisión anterior, "Breaking Bad " se atreve a explorar cómo estas respuestas excepcionales son la raíz de muchos de nuestros problemas. Eso por sí solo hace del programa algo más que "televisión importante" y excepcional. Esto hace que sea totalmente único.

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